martes, 4 de septiembre de 2007

Benito Juárez

Estoy leyendo el libro "México ante Dios" de Francisco Martín Moreno, y me pareció importante compartir con ustedes un pasaje relativo al Licenciad Benito Juárez García:
"Si tienes la garra, la garra la fuerza, la determinación de alcanzar tu objetivo sin asustarte del tamaño del esfuerzo para lograrlo; sí estas dispuesto a jugarte el todo por el todo después de haber tomado la decisión que, por sí sola, justificará tu existencia, ya nada ni nadie podrá detenerte. La adversidad únicamente te servirá de acicate. Llegarás a la meta porque llegarás a la meta... Y ese era Juárez , muerto hace panas diecinueve años, muchacho.¿No sabía español? ¡Lo aprende!, ¿Ignora cómo leer y escribir? ¡Estudia! ¿No quiere ser seminarista? ¡Renuncia a ser cura! ¿Desea ser abogado? ¡Se inscribe en la escuela de Derecho! ¿Decide iniciar la carrera por la judicatura? ¡Llega a ser juez, pero entiende que su camino es de la política, sólo así podrá ejecutar el gran sueño que empieza gestarse en su interior! ¿Hace falta ser gobernador de su estado para empezar a materializar sus ideales? ¡Es gobernador! Su prestigio como hombre honorable y capaz, de extracción liberal le permite aspirar a la Presidencia de la República. El salto de San Pablo Guelatao a Palacio Nacional es enorme. ¿La máxima aspiración de un abogado podría ser la presidencia de la Suprema Corte de la Nación? ¡Accede como cabeza del máximo tribunal de los mexicanos! ¿Faltaba el último paso? ¡A darlo! Llega a ser jefe del Ejecutivo a partir de 1858. Había jurado defender la Constitución y las leyes que de ella emanen. ¡Pues a defenderla! ¿A costa de la guerra civil? ¡A costa de lo que sea! ¿La guerra? ¡ La guerra civil con tal de separar para siempre del cuello a la sanguijuela que devoraba desde siglos atrás la sangre de México! Al concluir la guerra civil, como si ningún castigo fuera suficiente para México, se iniciará una intervención europea, la francesa, por que el clero jamás iba a permitir la pérdida de sus privilegios después de la derrota militar ante los liberales, entre otros objetivos... A luchar entonces a brazo partido en contra de los nuevos invasores, hasta vencerlos. ¿Qué no fusilara a Maximiliano? ¡A pasarlo por las armas! era conveniente despejar toda clase de dudas: quien vuelva a invadir México se juega la vida... ¡Sólo la enfermedad, la muerte misma pudo someter a este formidable zapoteco, el verdadero forjador de la nacionalidad mexicana!...
Los invito a leer este libro y en general la historia de nuestro país, para que cada quien saque sus conclusiones pero nunca debemos olvidar rendir honor a quien honor merece, en medida de lo realizado, finalmente los grandes hombres de nuestro país, fueron eso precisamente, hombres con todas sus virtudes y defectos, pero que innegablemente nos dejaron un legado.

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